Como cada principio de año la gestoría de nuestra entidad nos pasa un formulario a todas las trabajadoras para definir nuestra situación personal con una cruz (esto ya debería avisarnos de la rigidez del sistema), y así ajustar nuestra retención en la nómina a final de mes. Una compañera me pregunta si cuidar de sus amigas cuenta como tener alguien a cargo, una broma detrás de la que se esconde una gran evidencia. Lidiamos con un sistema que no reconoce cuidados más allá de los que marca el vínculo sanguíneo o conyugal, y eso quiere decir que falla tanto al dar por sentado que la familia, tal como la entiende el sistema, te va a cuidar (véase la ley de dependencia), y falla cuando no reconoce muchas situaciones personales como el cuidado de las criaturas ajenas, el de tus amigas, compañeras de trabajo, compañeras de piso etc… Cuidados todos ellos que recaen principalmente sobre las mujeres, y a las que el sistema de pensiones penaliza, ya que son ellas las que reducen sus jornadas y cogen excedencias para conciliar con las tareas de cuidados con el trabajo remunerado, sumándole como factor agravante la brecha salarial. Y todo ello “Sin olvidar que muchos trabajos de cuidados no están reconocidos como tal o han sido regulados recientemente, lo que ha llevado a las mujeres a trabajar en la economía sumergida y a tener largos periodos trabajados, pero sin haber cotizado a la seguridad Social”.
El otro día escuchaba una conversación entre Marta Tafalla y Yayo Herrero en la que mencionaban la mecánica de la lógica del olvido como herramienta opresora. Y reflexiono sobre la dureza de ese olvido, esa invisibilización constante por parte de la sociedad hacia algo tan fundamental como el cuidado entre nosotros y hacia nuestro entorno. Últimamente me doy cuenta de las disculpas, las caricias, el tiempo, las conversaciones, la empatía, el trabajo interior, el espacio, la espera que requiere cuidar de las personas que quieres, y también intento poner conciencia sobre a quién me estoy olvidando. Porque me resulta fácil sentir la tensión cuando se olvidan de mí, pero a veces, casi sin darme cuenta, siento como me olvido de los demás, sobre todo cuando los malestares quedan enterrados en el silencio o en lenguajes que no comprendo, como en el caso de colectivos que no disponen de espacios para alzar su voz, personas que no sienten la suficiente libertad o confianza para expresarse o el caso de los animales que se expresan de otras formas que no comprendo. Todos esos malestares quedan en el olvido y siento que como individuo-colectivo es importante generar esos espacios de cuidado y prestar atención para no olvidar.
Tània Seoane Proupin.
El 25N, el día contra la violencia ejercida hacia las mujeres, un grupo de más de cien participantes usaron el arte performance para hacer sonar un grito en forma de posicionamiento político y frente a la vida: “El violador eres tú”, desplaza la mirada hacia la víctima al lugar del agresor.
Esta Performance la idearon y coordinaron Las Tesis, un colectivo de artivistas fundado por Dafne Valdés, Paula cometa, Sibila Sotomayor y Lea Caceres, todas originarias de Valparaíso, Chile.
“ Nos llamamos lastesis porque nuestra herramienta es usar las tesis de las teóricas feministas y ponerlas en escena para difundir el mensaje” afirman.
En esta performance se escucha el sonido seco de las manos contra el cuerpo, los pies pisando fuerte el suelo, el dedo que señala, la venda de los ojos, la fuerza de esxs cuerpxs heridos, levantándose juntxs para nombrar lo innombrable, para desvelar la obviedad, para desentrañar las voces achicadas: La responsabilidad de una agresión sexual la tiene el violador y la estructura que sostiene, alienta y protege a los agresores.
“ Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni como vestía. El violador eres tú”
La letra de esta canción es producto de una búsqueda hecha por lastesis sobre las violaciones en Chile. Un violador en tu camino forma parte de una performance feminista mucho más extensa que debía tener lugar en octubre, pero que ha sido reportada por el contexto de revuelta popular que vive el país. Mujeres arrestadas durante la revuelta popular denunciaron como el estado y los carabineros utilizan la violencia sexual para sembrar la cultura del miedo, y así demostrar que las mujeres no tienen voz para manifestarse.
Durante la performance podemos ver el uso de la poesía, el movimiento y un cántico casi hipnótico que nos invita a entrar en esa mecánica repetitiva sintiendo alivio en cada frase nueva que incorporan a las voces. Se puede sentir la rabia, el miedo y el dolor, traspasan la pantalla, y no es de extrañar que se haya viralizado, no creo que haya nadie inmune a dejarse afectar por una dosis de verdad tan cruda.
Un violador en tu camino es a su vez una invitación a la esperanza, a seguir creando de las heridas más profundas y dolientes, es la semilla que germina cuando lxs hermanxs se encuentrar para tocarse. Es seguir siendo vulnerables y expuestxs, mirar de frente a lo que hay y nombrarlo sin eufemismos ni edulcorantes.
Atraviesa la palabra y la teoría, crear verdad no consumible ni productiva, verdad hecha de historias reales, de cuerpos violentados, de cuerpos violados, de cuerpos que aman y son amados, Un violador en tu camino es esa verdad incómoda y necesaria que nos permite reconocernos sujetxs oprimidxs y opresorxs y retomar nuestra responsabilidad. Elegir el lugar.
“ El patriarcado es un juez
que nos juzga por nacer.
Y nuestro castigo,
es la violencia que no ves.
Es feminicidio
impunidad para mi asesino
es la desaparición
es la violación”
Como educadorx esta propuesta artística me parece inspiradora y necesaria, pues señala una estructura compleja y simple que sostiene la violencia hacia los cuerpos “mujer”* desde una gran belleza y profundidad poético-política, la pedagogía del arte. En ella denuncia la violencia policial, la corrupción y subraya la responsabilidad del individuo al colectivo. De el violador eres tú al estado opresor es un macho violador.
Tiene una riqueza de mensaje profunda y expresiva, y nos demuestran una vez más que el arte es una herramienta de transformación social y de individuxs, que a través de él podemos vehicular discursos, articular luchas, alianzas, complicidades y transformarnos.
“Son los pacos, (policías)
Los jueces,
El estado
El presidente
El estado OPRESOR ES UN MACHO VIOLADOR”.
La performance de las Tesis es una convocatoria escénica que ayuda a entender tanto visualmente como en la propia letra el malestar vivido, es un reflejo de una estructura globalizada, en donde se alzan voces y cuerpos en contra del patriarcado. No obstante, no podemos olvidar que el patriarcado es una de las herramientas más potentes del capitalismo y el legado que nos ha dejado el colonialismo. La violencia patriarcal vivida en Chile, no es tan ajena a la violencia vivida en países euro blancos occidentales. Ocurre tanto al otro lado del charco, como aquí. Más allá del origen o raza de los hombres dominantes todos perpetúan por decisión o por asimilación un lugar que corresponde al hombre blanco y heterosexual. Los estados y el régimen político globalizado están al servicio de una blanquitud heterosexuada que oprime todo lo que no entra en sus parámetros de ciudadanxs dignxs y productivxs, El 25 N es el recordatorio de que esto sigue ocurriendo.
Pienso en cómo podemos educar a lxs criaturas para que no violen, para que aprendan a amarse y amar, a respetar, a ver a lx otrx. Imagino un lugar en el que un día las caricias nunca más serán golpes. Las criaturas serán criaturas, y lxs adultos tomaremos nuestra responsabilidad para hacer de este mundo un lugar mejor.
Para terminar, acabamos con una de las frases de un violador en tu camino, no sin antes recordar que al acabar la manifestación del 25 N en Valparaíso los carabineros lanzaron bombas de gas lacrimógeno a las artistas y manifestantes. Esto no ha sido mediatizado como el vídeo, por lo tanto es importante nombrar y reforzar la poética de los actos. Después de una protesta que señala la violencia policial y un estado que la ampara, la policía vuelve a ejercer ese poder corrupto y podrido, pero esto a los medios no les interesa. A nosotrxs sí, y recordamos que la verdad no necesita ser diseccionada. Todo ocurre.
” Duerme tranquila niña inocente
Sin preocuparte del bandolero…”
Kenza Benzidan con la colaboración de Itziar Torres
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